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En la actualidad prácticamente todo es medible, todo deja un dato y si no lo deja, algo está mal. ¿Pero tiene sentido tanto esfuerzo si al final del día no sabemos cómo convertir la información en una decisión? ¿Para qué estamos midiendo?

A diario recolectamos una inmensa cantidad de datos numéricos provenientes del sitio web (Analytics), salas de ventas (visitas, cotizaciones, reservas etc), performance de campañas digitales (impresiones, clicks, CTR, CPC), perfiles en RRSS (alcance, impresiones, fans, interacciones) y resultados de EMM, entre otros.

¿Sabemos interpretar todo esto? ¿Nos están ayudando a tomar decisiones?
El correcto manejo de las métricas permite fundamentar decisiones y realizar ajustes oportunamente. ¿Cómo está funcionando la campaña? ¿La audiencia está respondiendo bien al mensaje? ¿Qué medios son los más eficientes? ¿Cómo se está comportando mi grupo objetivo? ¿Cómo ha evolucionado mi desempeño? ¿Qué ha funcionado y en qué contexto? Etc.

El post estallido social nos obliga a contar con un eficiente manejo de datos, más allá de la implementación de un CRM. El análisis de las estadísticas y constantes evaluaciones es indispensable para seguir caminos estratégicos y tácticos certeros, controlando rendimientos y presupuestos.

En MTM estamos habituados a darle sentido a las métricas.
Cada cifra se analiza contextualizando el escenario actual y el proyectado. Los resultados numéricos nos cuentan una historia cuando los analizamos en un escenario de mediciones, ya que su rendimiento está enlazado con lo que sucedió en la sala de ventas, con el aviso publicado en prensa, con el post en RRSS, con la publicación del video en YT y la calidad de repositorio (sitio web, landing, minisitio).

Sabemos que las actuales audiencias son multitasking y multiplataformas para informarse, por ende los resultados de nuestras campañas debemos observarlas desde una mirada 360.